Hay avisos urgentes que llegan a tiempo y notificaciones de gran importancia que se retrasan. Rafael Nadal venció ayer al ruso Mijail Yuzhny (6-4 y 6-2) y se clasificó para las semifinales del Masters de París, hoy (no antes de las 15.30, La 2 y Teledeporte), contra el chipriota Marcos Baghdatis. Fue una victoria para la esperanza. Un aviso de que el Torneo de Maestros -a partir del 11 de noviembre reunirá en Shanghai a las ocho mejores raquetas- es un objetivo posible. La advertencia de que el tenista español ha recuperado juego, ritmo y piernas, todo de un golpe. Y la constatación de que su parón competitivo ya es sólo un mal recuerdo.
"He vuelto a sentir que estoy a gran nivel", dijo el número dos; "y que, ahora sí, estoy preparado para Shanghai". "Estoy muy contento. He hecho un partido completo desde el primer al último punto", añadió; "me he sentido muy rápido, físicamente mejor...".
Antes del aviso urgente de Nadal, sin embargo, llegó la notificación con retraso de David Nalbandian.
David Ferrer vibró a golpe de piernas, luchó a tiros de maestro y rebotó contra el muro de Nalbandian -el hombre que ha derrotado a Roger Federer dos veces en 11 días- en más de tres horas de juego extenuante y digno de los paladares más exigentes. El argentino ha llegado tarde a la pelea por los dos últimos puestos en Shanghai. Su ausencia deja al torneo sin un tenista superlativo y recuperado para los grandes escenarios al tiempo que mide las posibilidades de Ferrer, a un centímetro de la victoria (7-6 (3), 6-7 (3) y 6-2).
La carrera por el torneo de maestros, sin embargo, se cobró ayer una víctima española: Tommy Robredo perdió ante Baghdatis (6-4 y 6-4). El rival de Nalbandian será el francés Richard Gasquet, vencedor del británico Andy Murray (6-3, 0-6 y 6-4).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 3 de noviembre de 2007