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Kalmar triunfa al frente de la Sinfónica de Galicia

Con una gran entrada en el Palacio de la Ópera, la Orquesta Sinfónica de Galicia (OSG) celebró su segundo concierto de abono de la temporada, dirigida por Carlos Kalmar (Montevideo, 1958). Abría el programa el estreno absoluto de Lethe, del orensano Octavio Vázquez. Con el nombre mitológico de uno de los ríos del Hades, cuyas aguas borraban la memoria de vidas pasadas antes de la reencarnación, la obra de Vázquez es encargo del Proyecto Guernica.

Los Lieder eines fahrenden Gesellen (Canciones del caminante) tuvieron en Dietrich Henschel, la OSG y Kalmar unos intérpretes de excepción. El barítono alemán presta a cada una de las cuatro canciones el más adecuado carácter en una demostración de gran musicalidad. Su voz, tal vez algo más oscura que en anteriores ocasiones, se presta como instrumento de sonido para este repertorio. Su sobria elegancia escénica completó una gran interpretación.

La Consagración de la primavera es la obra más representativa de la primera mitad del siglo XX. Su gran éxito se prolonga ya durante casi un siglo. Un éxito que se justifica plenamente con versiones como la que Kalmar y la Sinfónica ofrecieron la noche del viernes. Kalmar dirige con una gran riqueza gestual. Es un gran director en el concierto: en el aspecto rítmico, tiempos idóneos a cada momento de la obra y entradas de una precisión impecable, permitiendo una expresividad llena de todos los matices necesarios. Fue un gran concierto, como reconoció el público con su ovación.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 4 de noviembre de 2007