La ayuda a las familias de 2.500 euros por cada nuevo hijo, que el presidente del Gobierno anunció en el debate sobre el estado de la nación, quedó ayer definitivamente aprobada. El pleno del Senado dio su conformidad al proyecto sin modificarlo, por lo que entra inmediatamente en vigor. Según anunció ayer el ministro Jesús Caldera, los interesados empezarán a cobrar la ayuda a partir de finales de noviembre. El proyecto contó con las abstenciones del PP y CiU.
Tienen derecho a esta ayuda todas las madres que hayan dado a luz o adoptado a partir del 1 de julio de este año. Ya han solicitado esta ayuda 120.000 padres, según reveló ayer el ministro de Asuntos Sociales en rueda de prensa. Entre el 15% y el 20% de los 40.000 niños que nacen en España cada mes son hijos de inmigrantes o de parejas mixtas. Para solicitar la ayuda sólo es necesario ser español o haber residido en España desde dos años antes del nacimiento.
La prestación se amplía a 3.500 euros en los casos de familia numerosa, monoparental o cuando la madre o el hijo tengan una discapacidad igual o superior al 65%.
Por parte del PP intervino ayer la recientemente designada senadora Andrea Fabra. El PP apoyaría la iniciativa, dijo, "si fuera algo parecido a una ayuda para las familias". Pero consideró la medida "un golpe efectista" y un "aguinaldo parcial". El senador de CiU Ramón Companys dijo que esta medida es una "acción puntual" con un "trasfondo de improvisación y clientelismo". El electoralismo de la medida fue también criticado por el PNV, aunque votó a favor.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 7 de noviembre de 2007