Jaime Saa Rodríguez, el colombiano de 56 años que recibió una brutal paliza el pasado domingo en Las Rozas, tardó casi 72 horas en denunciar la agresión. Lo hizo ante los juzgados de la plaza de Castilla el pasado martes alrededor de las ocho de la tarde. El apoyo y asesoramiento de la embajadora de Colombia, Noemí Sanín, que le acompaño a interponer la denuncia, fueron decisivos para que se animara a dar el paso.
La desconfianza impidió a Saa acudir antes a la justicia. La víctima explicó ayer que ha observado anomalías en otras agresiones xenófobas, como en el caso de la chica ecuatoriana que sufrió un ataque en el metro en Barcelona. "Le dije a mi mujer que si a ese chaval lo captaron las cámaras y no le hicieron nada, qué iba a denunciar yo si ni siquiera conocía a los que me habían pegado", explica.
La embajadora colombiana le apoya: "Es muy importante que las personas contra las que se cometen estos actos se atrevan a denunciar".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 8 de noviembre de 2007