El secretario regional del PSM, Tomás Gómez, tuvo ayer prudencia a la hora de calificar las rebajas en los impuestos del Gobierno regional. El líder de los socialistas espera a ver en detalle el contenido de la propuesta del Ejecutivo regional para ver si hay "alguna trampa".
Una de las primeras medidas que tomarán los socialistas es presentar una enmienda a la Ley de Acompañamiento sobre la reducción en el impuesto de patrimonio, de forma que el 85% de los contribuyentes queden exentos de este tributo. "Lógicamente, pediremos que sean las rentas más bajas [de las que deben pagar el impuesto] las que se vean beneficiadas por esta bajada", explicó Gómez. El 15% restante se haría en los presupuestos de 2009 y afectaría a los madrileños con mayor poder adquisitivo.
En el caso de la rebaja del IRPF el secretario regional optó por la prudencia. "Quiero conocer y estudiar lo aprobado en detalle por si hay algo que perjudique a la mayoría de los madrileños", añadió.
Más radical fue el otro partido de la oposición. El portavoz adjunto de IU en la Asamblea, Miguel Reneses, rechazó "frontalmente" la supresión del impuesto de patrimonio. "Es una medida contraria a los intereses de las familias que viven del salario y favorece claramente a las clases que más riqueza acumulan en la región", criticó.
Reneses afirmó que la rebaja en los impuestos directos impide que Madrid ingrese lo necesario para aumentar el gasto social y la inversión necesaria para crear empleo estable: "No es coherente lapidar más ingresos en una política de rebajas fiscales y una mayor demanda social y luego reclamar más recursos al Estado".
También se opuso a que la rebaja del IRPF se haga a las rentas más altas. "La izquierda siempre defiende que los que tengan más dinero paguen más y que todos paguen, de forma que los que menos tengan paguen también menos", concluyó Reneses.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 9 de noviembre de 2007