El Departamento de Trabajo y los Mossos d'Esquadra investigan las extrañas circunstancias de la muerte del encargado del restaurante Boira de Girona. Xavier Prunés, de 43 años, murió el jueves por la tarde en el hospital Josep Trueta de Girona.
El hombre fue hallado en estado moribundo en el interior del local por unos transeúntes que pasaban por la calle en aquel momento, hacia la 1.30 del miércoles. Forzaron una ventana para entrar a auxiliarle y se vieron sorprendidos por un fuerte olor que les causó una intoxicación. Llamaron entonces a los bomberos, que evacuaron a la víctima, que estaba desplomada en el suelo, y también trasladaron al hospital a los intoxicados, que fueron dados de alta poco después.
Las primeras investigaciones de la policía autonómica apuntan a la muerte del trabajador por inhalación de alguna sustancia volátil tóxica. De hecho, los bomberos tuvieron que intervenir en el rescate equipados con mascarillas. Tanto Trabajo como los Mossos permanecen a la espera de los resultados de la autopsia, que se le practicó ayer. Los responsables del restaurante Boira, uno de los más populares y concurridos de la capital gerundense, mantienen cerrado el local desde el jueves a la espera de los resultados de la investigación. Según el abogado de los dueños, la inspección efectuada en el local no ha permitido aclarar las circunstancias de la muerte. "Se han revisado las conducciones de gas, los sistemas de ventilación, la maquinaria, los productos de limpieza y no se ha detectado ninguna anomalía", precisó el letrado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 10 de noviembre de 2007