Veinte vecinos de la parroquia viguesa de Coruxo ocuparon a primera hora de la noche de ayer (sobre las 21 horas) la depuradora del Lagares de Vigo, con el respaldo de otros 200 en el exterior, como protesta por las declaraciones de las autoridades municipales que aseguraban el buen funcionamiento de la planta.
Al cierre de esta edición se declaraban dispuestos a mantener su actitud, incluso a pasar la noche en el recinto, hasta que acudieran a hablar con ellos el alcalde, Abel Caballero, o la concejala de Medio Ambiente, Chus Lago.
Los vecinos exigen que el Ayuntamiento de Vigo adopte una solución para los malos olores que tienen que soportar. Dieciséis vecinos tuvieron que ser realojados en hoteles a causa de una grieta en un digestor de la planta, la enésima avería que sufren estas instalaciones.
Uno de los portavoces de los vecinos, Telmo Varela, explicó que decidieron encerrarse en la depuradora porque consideran "una provocación" las declaraciones de la concejal de Servicios Generales, Isaura Abelairas, en las que rechazó que hubiera malos olores.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 10 de noviembre de 2007