Miles de argentinos se concentraron ayer en la frontera con Uruguay para protestar contra la puesta en marcha de una papelera instalada en ese país, y que, según sus vecinos, contaminará el río Uruguay, que comparten. La entrada en funcionamiento de la fábrica, de capital finlandés, fue autorizada el pasado viernes por el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez. El contencioso enturbió la 17ª Cumbre Iberoamericana, clausurada el domingo en Santiago de Chile, y enfrentó a Vázquez con su homólogo argentino, Néstor Kirchner.
En una breve visita ayer en Montevideo, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero recomendó "tiempo, paciencia y espera" a ambos países.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 12 de noviembre de 2007