Los ministros se limitaron a cantar en el estribillo las palabras "Francia" y "Alemania" durante una grabación en Berlín. Concretamente en Neuköln, un barrio que, como Kreuzberg, es hogar de decenas de miles de turcos, y se considera un emblema de la convivencia multicultural. Kouchner comentó que pese a ser ministro la cosa no se le dio mal: "Es el comienzo de una carrera maravillosa", aventuró.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 13 de noviembre de 2007