Más medidas penales alternativas a la cárcel y menos condenas de prisión. Ribó considera que la imparable masificación debe empezar a combatirse en los juzgados. Y para eso es necesario que los jueces no olviden que existen otras formas de cumplimiento cuando la pena no supera los cinco años. Como los trabajos en beneficio de la comunidad, por ejemplo.
Para que los jueces no apliquen la clásica pena de cárcel es necesario que existan asociaciones y entidades dispuestas a acoger a los condenados y eso sólo se logra con la firma de convenios de colaboración con las administraciones. Desde hace tiempo, el secretario de servicios penitenciarios de la Generalitat, Albert Batlle, viene denunciando que existen listas de espera para aplicar medidas penales alternativas y que así es imposible huir de la condena de cárcel. En el primer semestre de este año, los jueces reclamaron 2.866 medidas alternativas, frente a las 2.154 del mismo periodo del año pasado.
Ribó cree que hasta el límite de esos cinco años se puede suspender la ejecución de la pena a cambio de no delinquir en el plazo que se determine, de reparar el daño, de pagar una cantidad a una entidad y de estar bajo el control judicial.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de noviembre de 2007