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La sequía pone en riesgo los peces en el tramo lucense del Miño

La sequía ha puesto el caudal de agua en la cuenca del Miño y parte del Limia "casi al límite", lo que puede provocar problemas ambientales. Así lo admite el presidente de la Confederación Hidrográfica del Norte (CHN), Jorge Marquínez, que, además de recomendar moderación en el consumo de agua en unos 150 municipios, ha preparado medidas "de más entidad" por si la falta de lluvias se agrava y obliga a activar el segundo nivel del plan de alerta. Otros diez días sin precipitaciones podrían ser suficientes para pasar a este "escenario de alerta".

"De momento no hay riesgo para garantizar el abastecimiento, pero el bajo caudal supone un estrés para los ecosistemas y también un problema en la calidad del agua que hay que vigilar constantemente", declaró Marquínez. A su paso por Lugo, el Miño tan sólo arrastra unos 3 metros cúbicos de agua por segundo, cuando lo normal en esta época es alcanzar los 30. El cauce está en el límite de lo que se conoce como caudal ecológico, que garantiza la pervivencia de la fauna y flora del río.

Marquínez reconoce que la falta de oxígeno y el exceso de carga orgánica pueden matar las especies más vulnerables. Los mayores problemas en Galicia se centran en la cuenca alta del Miño, especialmente en A Terra Chá y la cabecera del Limia. "Son las que están en peores circunstancias", remarca.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de noviembre de 2007