El principal escollo para la popularización de RSS es el lío de formatos existentes, que escenifica muy bien su propio nombre, siglas de tres estándares distintos que sirven para lo mismo pero no se hablan entre ellos: Rich Site Summary, RDF Site Summary y Really Simple Sindication. A éstos hay que sumar otro más, el recién llegado Atom.
En contraste, el uso de RSS es muy sencillo. Para empezar, hay que hacerse con un agregador o lector de feeds, un programa que visita los sitios que le ha indicado el internauta o coge sus feeds -los documentos con la información generada por el sitio desde la última visita-.
También es sencillo saber qué páginas webs ofrecen RSS porque aparece un icono naranja en la barra de direcciones del navegador. Al pincharlo, el navegador pregunta si queremos añadir el sitio al "lector de feeds". En caso de usar otro lector, sólo hay que copiar y pegar la dirección del sitio en el menú de nuevas suscripciones.
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A partir de aquí, cada vez que iniciemos el programa o cada cierto tiempo éste irá a los sitios que el internauta le haya indicado en busca de novedades. Asimismo, cualquiera puede ofrecer RSS en su página web: Existen servicios gratuitos, como Feedity, Feed43 o RSSxl, que sólo precisan que se introduzca una dirección URL en el código de nuestra página para sindicarla.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 15 de noviembre de 2007