Dicen en La 2 que han decidido apoyar la música de una forma activa. Primer acto: a partir de la una de la madrugada del jueves se emitió The other side of the mirror. Dylan at he Newport Folk Festival 1963-1965. Entró a pelo después de La 2 Noticias. Sin una cortinilla ni un presentador de ese supuesto nuevo espacio supuestamente titulado TVE es música. Sólo hubo un minúsculo rótulo de TVE presenta de escasos segundos y se pasó directamente a un fundido en negro con los primeros créditos de este histórico documental. Al ser el primero de una anunciada serie de especiales -en los que no parece haber un criterio muy fino porque irán tanto REM como Celine Dione, Ricky Martin, Elton John o David Bisbal-, bien podrían haberse tomado la molestia de dar una breve bienvenida y una explicación del significado de lo que iban a emitir a continuación. Es una historia conocida para los aficionados -el traumático paso de lo acústico a lo eléctrico del idolatrado cantautor-, pero siempre resulta conveniente situar a los nuevos públicos en el contexto que les permita apreciar lo que van a ver. Curiosamente, además, hace apenas dos semanas que ese DVD ha salido a la venta. Tal como están las cosas, la mayoría de los interesados lo habrán grabado, sobre todo porque terminaba pasadas las dos de la madrugada. ¿Marketing o antimarketing? Incomprensible.
Cae el telón.
Acto segundo: están al caer No disparen al pianista, en la misma cadena pero en prime time, y Todo el mundo es música, dedicado a la world music. Dos programas que pueden cambiar el panorama de la programación. De momento, durante este intermedio de incertidumbre, los aguardamos con expectativas esperanzadas. Aunque reconozcamos que con el escepticismo de quien ha presenciado demasiadas funciones de ese teatro del absurdo que es el trato de la televisión a la música. Buena o mala.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 16 de noviembre de 2007