La segunda residencia pública de Santiago, la de Volta do Castro, abrió ayer sus puertas más de un año después de que terminasen las obras. Después de meses esperando por el mobiliario, que se adjudicó en julio, y una vez subsanados fallos en la construcción, la Vicepresidencia de la Xunta recibió la obra el pasado mes de septiembre. Inicialmente planteada como de gestión privada, la residencia cuenta con 150 plazas para atender a personas mayores y enfermos de alzheimer. En la inauguración el vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, indicó que las instalaciones acogerán el primero de los 11 centros de día de atención a personas con alzheimer que está previsto abrir hasta 2009 y que, según Quintana, constituían una "deuda histórica" con las personas que sufren esta dolencia. Las plazas para este centro de día ascienden a 40.
La nueva residencia, situada en una parcela de 6.472 metros cuadrados, cuenta con equipamiento de rehabilitación, radiodiagnóstico y terapia ocupacional. En ella comenzarán a trabajar 126 personas, de las cuales 79 son personal especialista en cuidado de la tercera edad. En el centro habitan ya 12 ancianos. Quintana aseguró que la capital gallega pasará de tener una oferta pública de atención a personas dependientes de 0,56 por cada 100 mayores a 1,52. Sánchez Bugallo, alcalde de Santiago, aprovechó para señalar que el número de plazas en la ciudad es "insuficiente".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 17 de noviembre de 2007