"Ésta va a ser la ministra de toda la democracia que más kilómetros de alta velocidad y de autovías ha realizado. Desde luego, quien no hace nada no tiene problemas, pero quien hace muchas obras puede tener algún problema". El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, hizo ayer una rotunda defensa de su ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, cuyo cese pidió el viernes el Parlamento catalán, y no dejó duda sobre su continuidad. "Va a inaugurar el AVE a Málaga y todos los que tenemos para inaugurar", advirtió.
El escenario no podía ser más propicio, en la capital de Málaga, la provincia por donde la ministra es diputada, y que se ha colocado en esta legislatura como la tercera de España con más inversión estatal, con tres grandes proyectos de infraestructura: el AVE, la ampliación del aeropuerto y la segunda ronda de circunvalación. Las 4.500 personas congregados en el polideportivo universitario de Teatinos ovacionaron las palabras de Zapatero, y corearon el nombre de la ministra.
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Álvarez no ocultó que pasa por momentos difíciles, en los que dijo que le consuela pensar en Indalecio Prieto, ministro de Obras Públicas en la II República, porque era cuestionado y "ridiculizado" por la derecha, que se oponía a la modernización.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 19 de noviembre de 2007