Han sido años difíciles, pese a los millones de discos vendidos, pero parece que los Backstreet Boys han conseguido salir del callejón de la mala racha. El morenazo A. J., al que le queda poco espacio libre en su piel para un nuevo tatuaje, ha conseguido superar su adicción al alcohol; el pequeño y rubio Brian ha superado una delicada operación a corazón abierto y el grupo ha superado ya el abandono de Kevin, que dejó la banda en 2006.
Los Backstreet Boys ya no son tan jóvenes, pero siguen arrastrando a fans adolescentes a sus conciertos, como pudo verse el pasado lunes en Barcelona, en donde presentaron su último disco, Unbreakable, título con mensaje: "A pesar de todo lo que nos ha pasado seguimos en la brecha y somos inquebrantables". Ellos se reivindican como banda madura y reniegan de la etiqueta de "boys band".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de noviembre de 2007