Shakespeare se vuelve más castizo que nunca en la versión de uno de sus clásicos que la británica Tamzin Townsend ha traído a España. La magia y encanto de su Sueño de una noche de verano respira cultura gitana, suena a los ritmos flamencos de Antonio Carmona -que pone la música-, y nos lleva a una playa de la Costa del Sol, en lugar de a un bosque inglés. El Teatro Principal de Valencia (Barcas, 15) recoge el testigo y presenta esta adaptación a la cultura mediterránea de uno de los textos más conocidos del genial escritor inglés. La historia sigue siendo la misma que ha entusiasmado a miles de espectadores durante años: un padre decide con quién deberá contraer matrimonio su hija, enamorada de otro hombre. La magia irrumpe en este conflicto familiar y el público responde a la trama con risas, porque esta versión, que podrá verse hasta el 2 de diciembre (el estreno en Valencia es esta tarde a las 19.00) es algo más alegre. Hadas, locura, atracción, pasión, música...
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de noviembre de 2007