Wall Street volvió a sufrir ayer de un exceso de volatilidad. El arranque de la jornada se produjo en un tono más bien optimista, gracias a un inesperado repunte en las construcciones de nuevas viviendas. Pero la sesión se tiñó de rojo. Y a las pérdidas de 1.542 millones de euros (2.020 millones de dólares) de Freddie Mac, una institución clave en el mercado hipotecario estadounidense, se le sumó la revisión a la baja de la Reserva Federal en las tasas de crecimiento.
Las nuevas proyecciones de esta institución reflejan un escenario en el que el PIB crecerá por debajo de su potencial hasta 2010, mientras que la tasa de paro se mantendrá a un nivel bajo y la inflación tenderá a colocarse por debajo del 2%. El banco central estadounidense dice ahora que la expansión para este año será, en el mejor de los casos, del 2,5%, y podría bajar hasta el 1,8% en 2008, para luego repuntar hasta el 2,7% en 2009 y estabilizarse a ese nivel.
Los inversores no terminan de ver la luz al final del túnel de la crisis inmobiliaria. El acta de la reunión de la autoridad monetaria del pasado 31 de octubre ayudó a despejar algunos miedos y devolvió el optimismo al Dow Jones. En síntesis vino a decir que la debilidad del crecimiento le preocupa más que la inflación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de noviembre de 2007