El Salón del Libro abrió ayer sus puertas e inauguró un programa de actividades con el que espera atraer a 77.000 visitantes (el 10% más que en la edición anterior). El reto es conseguir esa cifra en cinco días, ya que la feria pierde este año una jornada respecto a 2006. Antoni Comas, presidente del Gremio de Editores y de la comisión organizadora del salón justificó el recorte tras la inauguración: se mantiene el fin de semana, cuando la mayoría de visitantes acuden a las actividades programadas, y se pierde un laborable, ya que en esos días hay poca actividad y son los escolares los que llenan el salón.
La optimista previsión de superar las visitas de 2006 está fundamentada en su opinión: "La cita tiene ya cierto empuje en su tercera edición; ha mejorado la oferta y el número de actividades hasta alcanzar las 107 propuestas, y además, varios escritores acudirán como reclamo a la feria para encontrarse con los lectores". El programa está elaborado con el objetivo de fomentar la lectura, sobre todo entre los jóvenes. "No podemos quedar descolgados de los índices de lectura de los países vecinos", advirtió Comas.
Por otro lado y como señaló el consejero de Cultura y Medios de Comunicación, Joan Manuel Tresserras, la feria es "el intento de resolver la paradoja de la estacionalización del sector", que tiene en Sant Jordi su jornada de mayor esplendor, pero que el resto del año mantiene una "relación rutinaria" con los lectores. La idea es que el salón dinamice la venta de libros a las puertas de Navidad.
Salón del Libro. Hasta el domingo en la Feria de Montjuïc. Jueves y domingo de 10 a 20 h. Viernes y sábado hasta las 21 h. Entrada: 2 euros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de noviembre de 2007