La jornada festiva en Estados Unidos ha impuesto un paréntesis en la turbulenta dinámica de los mercados de valores en los últimos días.
La sesión discurrió en medio de una calma razonable sólo rota por la evolución de la Bolsa española, en la que el bloqueo político a la operación de compra de Iberia produjo un enorme desconcierto entre inversores y analistas.
El Ibex 35 terminó la sesión con un recorte del 0,31% que le alejaba del comportamiento del resto de los mercados y que abre algunas incógnitas sobre su capacidad de seguir la corriente dominante en tiempos tan revueltos.
Este pequeño descenso en el principal índice de la Bolsa española no rompe, sin embargo, la trayectoria iniciada días atrás, por lo que el movimiento lateral continúa vigente y el soporte de los 15.200 puntos sigue siendo la referencia más inmediata a tener en cuenta.
Los pocos datos económicos conocidos ayer consolidaban las expectativas de enfriamiento a medio plazo. En la eurozona se frenaron los pedidos industriales de septiembre y, también para esas fechas, el PIB alemán del tercer trimestre mostró un estancamiento esperado, sin duda preludio en ambos casos de datos más negativos.
Los mercados de divisas y del petróleo también se vieron influidos por la festividad estadounidense, aunque el dólar continuó actuando de víctima. La renta fija fue, asimismo, sujeto pasivo ante la ausencia de directrices y la rentabilidad de los bonos español y alemán no ofreció variaciones respecto de la sesión anterior.
La contratación en el Mercado Continuo cayó en más de 2.000 millones de euros, hasta situarse en 4.653,05 millones, mientras que las operaciones del "mercado abierto" registraban uno de los niveles más bajos de los últimos meses, con 3.430,34 millones de euros, de los que el 50% se concentró en los tres grandes valores del mercado, Telefónica, Banco Santander y BBVA.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de noviembre de 2007