El programa electoral socialista entrará en la puja electoral con el PP con una rebaja del IRPF. El vicepresidente segundo y ministro de Economía, Pedro Solbes, dejó ayer vía libre a esta posibilidad, con algún condicionante. El primero, que haya un excedente de ingresos y que éste no sea por factores extraordinarios. Si esto se produce "es lógico que esta mayor recaudación se devuelva a los ciudadanos" en forma de rebaja de impuestos, dijo Solbes. Al menos en 2007 habrá margen porque la recaudación crecerá más de lo previsto (11,6%), según avanzó el ministro, pese a la desaceleración económica.
Incluso concretó un poco. Dejó a un lado el impuesto de sociedades, cuya reforma ha entrado en vigor este año con una sustancial rebaja para las empresas. También descartó suprimir el impuesto del patrimonio si eso significa que el Gobierno central tiene que cubrirle el agujero a las comunidades autónomas. La oferta consistiría en reducir el IRPF "con atención a las rentas más bajas".
Es el mismo terreno donde el PP quiere pescar votos con la propuesta de eximir del impuesto a quienes ganen menos de 16.000 euros al año. Solbes se quejó de que el PP haya lanzado un dardo sin diana; una medida deliberadamente "incompleta". Y un dardo, en su opinión, envenenado. "Si yo fuera asesor de Rajoy [Mariano Rajoy, líder del PP] no le habría metido en este lío", aseguró.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de noviembre de 2007