No aspiramos a que estas líneas merezcan el honor de ser destacadas como "carta del día" en la línea de la aparecida ayer bajo el título de No hay escapatoria, a la que pretende responder. Pero estoy seguro del interés por ofrecer a sus lectores una información veraz y rigurosa, más allá de la simplificación injusta. Podemos comprender la decepción de la remitente de la carta porque, lamentablemente, quienes acuden a la OCU lo hacen esperando nuestra intervención en la solución del problema, sea cual sea su entidad; y esa solución no siempre está en nuestras manos. Y ello sean socios o no lo sean porque, pese a nuestra condición de asociación privada de consumidores, son muchos los ciudadanos que nos siguen considerando entidad pública para la defensa de los consumidores. Y no. La OCU tiene su fuerza en las 300.000 familias que con su confianza y sus dineros hacen posible su actividad y su proyección social. De ahí la importancia de conseguir que sean cada vez más quienes se incorporen a la OCU. De ahí que nuestro protocolo de atención establezca que cuando un no socio acude a nuestro servicio de Atención Global se le informe sobre la vía de solución a su problema, si esa vía existe y sobre la posibilidad de asociarse. Quizás la escapatoria que no encuentra la lectora pueda estar en integrarse en un movimiento fuerte de consumidores que haga oír su voz.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 24 de noviembre de 2007