Francisca Muñoz y Manuel Herrera se conocieron en un taller de dibujo. Artistas polifacéticos ambos iniciaron su actividad artística en los ochenta. Pronto dejaron de ser Francisca y Manuel para pasar a ser Muher e integrar la movida madrileña. España debía despertar de un largo letargo artístico. Hoy, acomodados en Totana (Murcia) componen obras de gran tamaño
en su casa de paredes de cristal. De ese modo, se empapan, también lo hacen sus pinturas, de la naturaleza de la Sierra Espuña. Mediterráneo es una colección repleta de luz y de color en la que confluyen dos tiempos. Hay palmeras, el mar, las ramblas... También elementos mitológicos grecorromanos que aportan el aire onírico a unas pinturas en las que trabajan cuatro manos y cuatro ojos.
Puede verse hasta el 6 de enero en el Centro del Carmen (Museo, 2). De martes a domingo de 10.00 a 20.00.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 27 de noviembre de 2007