El Ministerio de Exteriores citó ayer al embajador de Venezuela en Madrid, Alfredo Toro, para que explicara las palabras pronunciadas por el presidente Hugo Chávez, quien aseguró que "congelará" las relaciones bilaterales si el Rey no se disculpa.
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Con ese gesto, el Gobierno español dio el primer paso diplomático concreto para frenar la escalada de agresiones verbales de Chávez. Toro transmitió a la secretaria de Estado Trinidad Jiménez que el comentario de Chávez había sido una "expresión coloquial" que no altera la situación de las relaciones. Por otra parte, el presidente colombiano, Álvaro Uribe, lanzó este mensaje a Chávez: "No se puede incendiar el continente como lo hace, hablando un día contra España, al otro día contra EE UU, maltratando un día a México, al siguiente a Perú...".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 27 de noviembre de 2007