La conferencia anual de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) concluyó ayer en Madrid, y con ella la presidencia de turno de España, sin lograr resolver los problemas planteados con Rusia y Kosovo, asuntos que ensombrecieron los debates por la tensión entre los países occidentales, y en particular Estados Unidos, y Moscú.
Nada más comenzar ayer las sesiones, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, confirmaba la "suspensión de la participación" de Rusia en el tratado sobre limitación de fuerzas convencionales en Europa a partir del próximo día 12, tras la firma de la ley en Moscú por el presidente Vladímir Putin. "Desgraciadamente, no hemos conseguido superar la grave crisis en la que se encuentra la OSCE", dijo, aunque agregó que la "suspensión" no significa el fin de las negociaciones con los demás países signatarios.
Los intentos de conciliación de España, que ayer pidió a Rusia que reconsidere su decisión, y Alemania no dieron resultado. El representante de EE UU en la conferencia, Nicholas Burns, subsecretario para Asuntos Políticos del Departamento de Estado, respondió al repentino acto de Putin con que "la gran mayoría de los países estamos decepcionados por la abrupta decisión de Rusia", que supone "el abandono unilateral del régimen de control de armas más importante de los últimos 20 años". "Rusia ha cometido un error", añadió.
Inquietud polaca
Polonia -donde EE UU planea instalar parte de su escudo antimisiles- expresó su "inquietud" a través del ministro de Exteriores, Witold Waszczykowski, presente en la conferencia. "Por nuestra parte y por la de todos los países de la OTAN hay voluntad de seguir las negociaciones", dijo.
Tampoco se produjo una decisión formal sobre la misión de la OSCE en Kosovo, que concluye el próximo día 31, aunque, según Burns, la mayoría de los países miembros quiere que continúe después de esa fecha, y aun en el supuesto de que Kosovo declare unilateralmente su independencia de Serbia el día 10, cuando concluye el plazo para un acuerdo sobre el estatuto futuro de la región.
La conferencia acordó poner en marcha una misión en Afganistán para el control de fronteras y que Kazajistán asuma la presidencia de la OSCE en 2010.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 1 de diciembre de 2007