Cesc Gay se atrevió con una historia de amor. La primera historia de amor de este director catalán que ahonda en las relaciones personales en Ficció (2006), un filme con tintes autobiográficos, a pesar de lo reivindicativo de su título. Su acento melancólico e intimista le ha valido el premio al mejor largometraje en sección oficial del festival de cine en valenciano Inquiet, cuya clausura se celebró anoche en Picassent. Gay dibuja la vida de un director que trabaja en el guión de su próxima película que se aleja de la ciudad en busca de inspiración.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 2 de diciembre de 2007