Unos 1.200 pasajeros de Renfe, con salida o llegada a Vigo (Pontevedra), sufrieron ayer las consecuencias de un acto de vandalismo que provocó el descarrilamiento de una locomotora cuando maniobraba para engancharse a los vagones del Talgo que se disponía a salir para Barcelona a las 6.47. La estación quedó bloqueada hasta que pudo restablecerse el servicio a las dos de la tarde. Una hora después volvía a interrumpirse el tráfico ferroviario entre Vilagarcía y Catoira por el arrollamiento de un hombre. Según los primeros indicios, fue un acto deliberado de la víctima.
El accidente de Vigo fue provocado por un trozo de raíl de 70 centímetros colocado por desconocidos en el espacio del cambio de agujas, que la locomotora enfilaba para acoplarse al convoy que esperaba con los pasajeros en la estación. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) no duda de que se trató de un acto de vandalismo, que ayer mismo comenzaron a investigar las Fuerzas de Seguridad del Estado.
No es la primera vez que se producen incidentes de este tipo en el ámbito de la estación de Vigo, en cuyos accesos fueron detectadas esta misma semana varias piedras que, sin embargo, no tuvieron ningún efecto sobre los tráficos.
Inmediatamente después del descarrilamiento, personal y maquinaria del Adif comenzaron los trabajos para encarrilar la locomotora y reparar las vías, lo que no lograron hasta pasadas siete horas. Hasta ese momento, Renfe mantuvo el servicio trasladando en autobuses a los pasajeros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 2 de diciembre de 2007