Los sacos de dormir hallados junto con otros enseres en el maletero del coche abandonado por los tres etarras, con el que huyeron precipitadamente de la cafetería de Capbreton tras atentar contra los dos guardias civiles, son claves en la investigación.
La policía francesa, empeñada en descifrar las incógnitas que plantea este atentado contra dos colaboradores españoles implicados en su trabajo, confía en lograr identificar pronto a los autores del atentado. Para ello esperan hallar ADN en los sacos de dormir que estos abandonaron en el coche. Esta prueba será determinante teniendo en cuenta la dificultad que han tenido para hallar huellas dactilares en la cafetería en la que, tanto el comando etarra como los dos agentes, desayunaron la mañana del pasado sábado.
Fuentes de la investigación señalaron que las tazas, platos y cubiertos utilizados por los etarras se retiraron inmediatamente para su limpieza. Y la mesa en la que desayunaron también había sido repasada por la camarera cuando la policía llegó con la intención de buscar pruebas que le sirvieran para detectar a los autores.
El coche abandonado tampoco fue útil para obtener huellas. Los etarras conocen ya estos resortes de la investigación y con una ligera limpieza de las zonas donde puedan dejar su rastro lo evitan. Esta precaución ha entorpecido a la policía francesa su labor. No obstante, los responsables policiales confían en localizar detalles y pruebas, además de los retratos robot repartidos, que les ayuden a la identificación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 5 de diciembre de 2007