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AL VOLANTE

El tacto del Golf

El Tiguan tiene imagen de todoterreno, pero por dentro se parece al Golf Plus e incluye sus soluciones prácticas. Tampoco transmite las sensaciones de los 4×4 al conducirlo, porque aunque se va sentado más alto que en un turismo, la posición al volante es similar y el tacto suave y preciso de los mandos recuerda también al Golf. Además ofrece una visibilidad superior, es manejable en ciudad y puede incluir las comodidades de los coches más sofisticados: faros bixenón direccionales, cámara para aparcar y hasta sistema de aparcamiento automático.

La evolución del motor 2.0 TDI

El motor 2.0 TDi equipa ahora raíl común en lugar de inyector bomba, como antes, y ofrece una respuesta más suave, progresiva y silenciosa. Mantiene los 140 CV, e incluye un cambio manual de seis marchas con desarrollos algo más cortos que en otros VW para compensar el mayor peso de este 4×4 y mejorar la respuesta a bajo régimen en ciudad y campo. Estas soluciones aumentan la elasticidad desde el ralentí hasta 1.700 vueltas, su punto flaco hasta ahora, pero además responde con fuerza a medio régimen y se estira con más alegría hasta las 4.500.

El conjunto mueve bien el peso, acelera sin pereza al adelantar y no se queda en las subidas, incluso con carga. Aparte de ser muy agradable en ciudad, porque no exige reducir mucho, permite viajar con desahogo a punta de acelerador en todo tipo de trazados, sean rápidos o sinuosos. Y gasta poco para su tamaño: unos siete litros en conducción suave, sube a ocho al apurar las marchas y sólo llega a nueve en ciudad y campo.

Sólido y manejable

El Tiguan tiene unas suspensiones reforzadas para el campo, pero ofrece un comportamiento y reacciones casi de turismo que recuerdan al Golf. No es tan ágil y balancea más en zonas viradas, pero tiene ese tacto preciso e inconfundible de su hermano y se conduce con el mínimo esfuerzo.

El 4×4 de VW ofrece una buena estabilidad, tiene mucho aplomo en carreteras rápidas y autopista, y no muestra las reacciones pesadas de otros todoterrenos en zonas viradas. A la entrada de las curvas cerradas tiende a deslizar de delante e invita a mantener una conducción más tranquila que la de los turismos. Pero tanto la tracción 4×4 como el equipo de seguridad, que incluye ESP de serie, evitan sorpresas y dan mucha confianza. Los frenos paran con potencia sin fatigarse, está bien insonorizado, filtra los baches con solidez y su calidad de rodadura permite viajar con un confort superior a otros todoterrenos.

Aunque no está pensado para el campo ni lleva reductora, el Tiguan se defiende en el campo y sorprende por el confort y robustez que transmite en pistas de tierra, incluso si están muy rotas. El sistema de tracción es eficaz e incluye una tecla off-road que conecta el control de descenso y adapta la electrónica del ABS y el ESP a los pisos resbaladizos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 8 de diciembre de 2007