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CARTAS AL DIRECTOR

La sed de Gaza

Resulta irónico analizar cómo mientras en Annapolis se ha celebrado la última cumbre israelo-palestina con grandes alharacas, en la franja de Gaza 1,5 millones de personas viven depauperadas debido a la presión y al embargo que la comunidad internacional les ha impuesto por mor de un Israel todopoderoso y consentido gracias a su aliado norteamericano.

Hamás, el partido que gobierna en Gaza, fue elegido democráticamente por el pueblo, pero el Gobierno de Olmert no ve con buenos ojos a esta facción fundamentalista palestina. Entretanto, mientras se suceden las inservibles cumbres y hojas de rutas, millón y medio de palestinos sufren las limitaciones de agua, alimentos, electricidad y combustibles; todo ello, auspiciado por la hipócrita comunidad internacional.

El drama que sufre Gaza en torno al agua es una más de las innumerables humillaciones que Israel está cometiendo para con el pueblo palestino. Según informaciones de su propio periódico, la falta de agua estrangula Gaza y la escasez de acuíferos, más la sobreexplotación y contaminación de los mismos, está creando una situación límite que puede convertirse en una catástrofe humana.

La falta de infraestructuras para la potabilización y conducción del agua junto con la ausencia total de sistemas de alcantarillado y tratamiento de aguas sucias convierte esta pequeña porción de terreno en un lugar infrahumano donde sólo se reproduce la miseria, la ignorancia, la violencia, el analfabetismo y el fundamentalismo que tanto teme el mundo occidental.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 10 de diciembre de 2007