Quisiera hacer una leve corrección a un dato que Guillermo Altares ofrece acerca de Ran (1985), la película de Akira Kurosawa, en su estimulante artículo Grandes viajes al corazón de la guerra (Babelia, 1-12-07). El filme no está inspirado en Macbeth, sino en otro drama de Shakespeare, El rey Lear. Kurosawa ya había dado su visión de Macbeth muchos años antes en Trono de sangre (1957).
Comparto la apreciación del autor sobre la sobrecogedora escena de la toma del castillo en Ran. En ella, un humanista como Kurosawa nos muestra la atrocidad de la guerra sin concesiones. Se entiende plenamente el impacto que supuso la obra del cineasta japonés en las filmografías posteriores de Sam Peckinpah, Sergio Leone o Francis Ford Coppola, entre tantos otros que se dejaron seducir por el autor de La fortaleza escondida (1957), obra fundamental para comprender la saga galáctica de George Lucas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 10 de diciembre de 2007