La empresa Adif está reparando los grandes ventanales de la fachada de la estación de Francia después de que uno de ellos, de unos cinco metros de largo por dos de ancho, se desplomara el pasado domingo sobre el vestíbulo por culpa del fuerte viento que azotó Cataluña. Los operarios de Adif, la sociedad pública que gestiona la estación, soldaban ayer los hierros de las cristaleras adyacentes a la afectada para evitar nuevos desprendimientos. Bomberos y testigos presenciales aseguraron que fue casi un milagro que el desplome del ventanal no causara heridos.
Los trenes salen con normalidad de la estación, pero el vestíbulo permanece cerrado y los pasajeros acceden a los andenes por pasillos habilitados. Un portavoz de Adif aseguró que la empresa realiza revisiones periódicas en la estación, donde también se desprendieron de la bóveda del patio de andenes planchas de metacrilato. "Ahora estamos reforzando la estructura de los ventanales, pero es que el viento alcanzó los 90 kilómetros por hora", recordó el portavoz, que añadió que ya estaba previsto antes del incidente realizar una inversión para mejorar las instalaciones de la estación centenaria.
El fuerte viento que se registró en Cataluña el domingo moderó ayer su intensidad. Los Bomberos de la Generalitat realizaron ayer medio centenar de salidas en Barcelona, su área metropolitana y Tarragona, básicamente a causa de árboles y planchas metálicas caídas y revisión de fachadas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 11 de diciembre de 2007