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El secuestro de Betancourt vuelve al tablero diplomático

El secuestro de la ex candidata presidencial colombiana Ingrid Betancourt a manos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se convirtió en el principal tema de la agenda paralela en los actos con motivo del cambio de presidente en Argentina. Pocas horas antes de la ceremonia de traspaso de mando, el presidente colombiano, Álvaro Uribe, recibió en la Embajada francesa de Buenos Aires, un mensaje de su homólogo Nicolas Sarkozy, que le pidió "todos los esfuerzos posibles" para que el secuestro de la ex candidata, que dura ya seis años, tenga un buen final.

El mensaje verbal fue transmitido por el primer ministro francés, François Fillon, quien expresó a Uribe su "gratitud" por todo lo que está haciendo. El primer ministro francés reclamó "toda la presión internacional que se pueda ejercer" tanto sobre el Ejecutivo colombiano como sobre la guerrilla, a la que Francia ha pedido un gesto humanitario. Fillon subrayó ayer que para su país, la liberación de Betancourt es una cuestión "de vida o muerte".

Uno de los primeros actos de Cristina Fernández ya como jefa de Estado fue recibir a Fillon, quien le solicitó apoyo en las negociaciones para lograr la libertad de la secuestrada. Con el mismo objetivo, Fillon se reunió además con el brasileño Lula da Silva, el boliviano Evo Morales y la chilena Michelle Bachelet. En la cena celebrada en la noche del domingo como despedida de Néstor Kirchner, el ya ex presidente argentino pidió en su discurso la liberación de la rehén.

Banco del Sur

Ese discurso de Kirchner fue su último acto como mandatario. Apenas unas horas antes, presidió en la Casa Rosada la firma del acta fundacional del Banco del Sur, una propuesta del venezolano Hugo Chávez que ha sido ratificada por los presidentes de Argentina, Brasil, Venezuela, Paraguay, Bolivia y Ecuador. Uruguay también se ha unido al proyecto, pero su presidente, Tabaré Vázquez, estuvo ausente ayer de Buenos Aires. Colombia ratificó su voluntad de sumarse a esa institución.

Durante el acto abundaron los ataques al neoliberalismo, especialmente en las intervenciones de Chávez, el boliviano Evo Morales y el ecuatoriano Rafael Correa, ante un público que en algunas ocasiones -ministros incluidos- rompía la solemnidad de la ceremonia coreando "¡patria, sí; colonia, no!". En vez de acabar su discurso, Kirchner cedió la palabra a su mujer quien, mirando a la mesa donde estaban los presidentes, apuntó: "Por primera vez, los presidentes se parecen a sus pueblos".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 11 de diciembre de 2007