Permítame contarle una triste historia que, lamentablemente, se repite diariamente en Canarias. Hace algunas semanas pedí un recambio a Barcelona desde Las Palmas. Se me informó de que el precio de venta al público del mismo, IVA incluido, era de 9,23 euros, a los que se debían sumar 9 euros por gastos de transporte. Diez días después de realizar el pedido, tocan a mi puerta y me traen el paquete que me entregarían previo pago de los siguientes gastos:
IGIC Importación (equivalente canario al IVA): 0,91. Despacho del Gobierno Autónomo: 4,51. Comisión: 7,22. SADA: 3,31. G3 desembarque debida: 3,97. 0,0% de IGIC sobre 3,97: 0,00. 5% de IGIC sobre 15,04: 0,75. IGIC exento sobre 0,91: 0,00. Total: 20,67 euros.
Es decir, el recambio que en la Península vale 9,23 euros, a nosotros, los canarios, nos cuesta 38,90 euros. Y yo me pregunto dos cosas: ¿los políticos en Canarias, y también los de la Península, conocen esta situación?; ¿a qué distancia estamos realmente de Europa y de su Mercado Común.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 11 de diciembre de 2007