El presidente de la Junta de Castilla y León, el popular Juan Vicente Herrera, ha decidido pronunciarse sobre la brutal subida de tasas en Salamanca. Sorprendentemente, Herrera se ha mostrado satisfecho de que haya un "marco de diálogo" entre los ciudadanos y el Ayuntamiento. Estas declaraciones han dejado perplejos a todos los salmantinos. Tal vez el líder popular esté satisfecho con que el alcalde Lanzarote califique al PSOE de partido antisistema o de que muestre su nula capacidad de rectificación al afirmar que "le da igual que se manifiesten 15 veces". Queda, por tanto, patente que, puesto que Herrera no se ha atrevido a frenar semejante atropello, la iniciativa corresponde a Mariano Rajoy. Al menos por interés electoral, debería evitar la incoherencia que supone anunciar una gran rebaja fiscal y que en esta ciudad se incremente el IBI un 19%; la recogida de basuras, un 35%, y el bonobús, un 84%.
Por desgracia, la experiencia ha demostrado que, lo que desde Génova califican como el "saber medir los tiempos" de su líder, se ha traducido en inoperancia y dejadez. Los hechos han demostrado que éste es el caso de Lanzarote, Herrera y Rajoy.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 11 de diciembre de 2007