La estadística de siniestralidad laboral con resultado de muerte en los 10 primeros meses del año arroja un saldo, respecto al mismo periodo de 2006, de 35 víctimas menos. El número de operarios fallecidos entre enero y octubre de este año asciende a 101 muertos (76 registrados en jornada de trabajo, 25 en el trayecto). UGT y CC OO acusan a la patronal de incumplir la ley de prevención de riesgos laborales y a la Administración que sigue sin reforzar la Inspección de Trabajo, que es la instancia encargada de velar por la seguridad de los trabajadores. Las centrales también cargan contra la Generalitat por no incorporar los 60 inspectores al cuerpo del órgano laboral autonómico que prometió en 2005.
La construcción acapara el grueso de la accidentalidad, con 26 fallecidos en lo que va de año. La obra acumula alrededor del 30% de la siniestralidad total, la gran mayoría en la edificación. Los sindicatos insisten en que un óptimo control de la aplicación de la ley disuadiría a los empresarios de infringir la norma. Sin embargo, el porcentaje de inspectores laborales está muy lejos de los indicadores europeos, subraya el secretario de salud laboral de CC OO-PV, Juan Martínez. Mientras en Europa hay un inspector por cada 12.000 o 14.000 trabajadores; en la Comunidad Valenciana cada funcionario se encarga de unos 23.000 operarios. De nuevo, la situación más sangrante la padece la construcción. Sólo nueve inspectores controlan la seguridad de 182.000 obreros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de diciembre de 2007