Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
Apuntes

La Universitat de València pide a sus docentes que abran empresas

El parque científico edita un manual para poner en marcha una 'spin off'

Cada universidad tiene su tradición. Y en la tradición de la Universitat de València nunca ha destacado la propensión de su personal docente e investigador a abrir empresas. Esa es, sin embargo, una de las nuevas misiones encomendadas a los centros académicos. Funcionar como motores de la actividad económica en sectores innovadores y hacerlo, si es necesario, con sus propias manos.

La Universitat abre la semana que viene un espacio de 1.300 metros cuadrados en su parque científico de Burjassot-Paterna para alojar empresas externas y spin off (las compañías que surgen de una línea de investigación). Se trata de un adelanto del vivero de empresas del parque, un edificio con 10.000 metros cuadrados útiles que se inaugurará en el primer semestre de 2008. Coincidiendo con ello, la institución ha editado una guía con las nociones básicas que un profesor debería tener para montar su propia empresa.

"Es una guía de primeros auxilios o de primeros pasos para explicar cómo hacerlo. Porque, en general, cuando los profesores nos acercamos al mundo de la empresa nos sentimos un poco perdidos, un poco desvalidos. Un material de ayuda al que se sumará la colaboración del personal del vivero", explica Toni Raga, delegado para el parque científico. "Y no puedo asegurar que sea la primera vez que se hace en España, pero desde luego no ha habido muchas iniciativas de este tipo".

El Manual para redactar el plan de empresa de una spin off tiene 59 páginas y está redactado en un lenguaje lo bastante accesible para que lo entienda alguien que no haya pasado por una facultad de Economía. Consta de una primera parte de advertencias, en la que se subrayan las dificultades con las que se encontrará el docente emprendedor: el trabajo que supondrá elaborar un plan de empresa a partir de una idea investigadora; los problemas para encontrar la financiación necesaria para ponerla en marcha; las horas extra que deberá dedicarle y el alto índice de mortalidad que registra el sector, lo que acarrea la pérdida de la inversión.

Entonces, se pregunta el manual: "¿Por qué emprender?" También hay numerosas razones para ello. Las más "prosaicas" son evidentes: "dinero, visibilidad, poder...". Pero hay más. "La creación de una spin off puede ser la forma de mantener una línea de investigación" en la que el profesor esté interesado. "Puede alimentar la investigación de la universidad con nuevos datos, puestos de trabajo o perspectivas provenientes del contacto empresarial". O puede proporcionar al PDI la impagable satisfacción de ver "la materialización" de aquello a lo que llevan años dándole vueltas en el laboratorio. Poniéndose en el peor escenario, el de que la iniciativa fracase, "el proceso conlleva un aprendizaje" del que pocos se arrepienten, se afirma en el manual.

El pequeño vivero de empresas que se abrirá el lunes se ubica en las instalaciones del Instituto de Ciencia Molecular. La parte de los centros de investigación es la única de todo el complejo que se halla en pleno funcionamiento. "El parque va adelante, a un ritmo menor del que nos gustaría, es verdad, pero no podemos esperar a tenerlo todo acabado para empezar", afirma Raga. El parque acaba de inaugurar página web (www.pcuv.es), cuenta con nueve empresas, que hasta ahora se encontraban desperdigadas en distintas dependencias, y una lista de 20 más interesadas en instalarse.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 14 de diciembre de 2007