Ya no hay camillas en la azotea ni humo en los pasillos, pero los rastros del incendio eran ayer evidentes. La normalidad en el hospital Germans Trias i Pujol de Badalona, Can Ruti, tardará en llegar. La previsión de la dirección es que el lunes el hospital funcione a pleno rendimiento tras el incendio en los vestuarios que paralizó la actividad el miércoles y obligó a evacuar a otros centros a 65 pacientes, muchos de ellos críticos. Can Ruti mantenía ayer 15 de sus 18 quirófanos cerrados por un problema en la línea de tensión eléctrica y no había recuperado totalmente ni el teléfono ni el sistema informático. Está previsto que las urgencias se abran hoy por la mañana.
El incendio obligó a desprogramar 1.300 consultas externas y 50 operaciones. El gerente, Enric Argelagués, anunció ayer que antes de la festividad de Reyes se habrán realizado las cirugías desprogramadas a causa del incendio del miércoles.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 14 de diciembre de 2007