Los 1.410 vecinos de Llaurí (La Ribera Baixa) verán estas Navidades las luces al final del túnel, ante el inmediato levantamiento del embargo de las cuentas municipales, gracias al acuerdo alcanzado por el equipo de gobierno con los acreedores, ratificado anoche en el pleno. La deuda acumulada supera los 3,6 millones de euros, que el Ayuntamiento afrontará con el pago aplazado a 10 años a la principal empresa acreedora, Transforma, SA, (más de un millón de euros) y una póliza con el Banco de Crédito Local para pagar el resto del débito a dos entidades bancarias y a cerca de un centenar de pequeños acreedores.
Las autoridades municipales confían tener liberadas a primeros del próximo año, las cuentas municipales, para poder aprobar el presupuesto municipal después de seis años y llevar a cabo gastos e inversiones sin necesidad de autorización judicial.
Los problemas económicos de Llaurí comenzaron a principios de los noventa. Al entonces alcalde, Vicent Climent (PSPV), se le ocurrió expropiar unas parcelas propiedad de la empresa de Alcoy Transforma, SA, dedicada a la especulación de terrenos y solares. La mercantil recurrió a los tribunales y consiguió que la Audiencia de Valencia condenara a Climent a un año de prisión por falsear un documento público y al Consistorio de Llaurí, a compensarle económicamente como responsable civil subsidiario. En el año 2004 fueron subastados diversos bienes y propiedades municipales para pagar parte de la deuda.
Sin embargo, con la adquisición de Transforma por parte de una firma de la construcción de Alzira llegó la primera posibilidad de acuerdo. El nuevo acreedor presentó un PAI para construir 3.700 viviendas entre Llaurí y Favara, y se comprometió a ingresar 4 millones de euros en las arcas municipales. En el pleno de ayer se aprobó un concierto previo que contempla el PAI presentado por Alzira Golf.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 15 de diciembre de 2007