Me ha parecido espléndido el artículo de opinión firmado por Nicole Muchnik, titulado Heroínas de nuestro tiempo, publicado el 11 de diciembre.
Creo que las respuestas al interrogante que plantea la autora sobre por qué las tres mujeres de las que habla, Taslima Nasreen, Ayaan Irsi Ali y Nawal Al Saadawi, amenazadas de muerte por atreverse a decir cosas como "Abandoné el mundo de la fe, de la ablación genital y del matrimonio en aras del mundo de la razón y de la emancipación sexual. Después de este viaje, me consta que uno de estos mundos es simplemente mejor que el otro", no tienen la relevancia que en su momento tuvo Che Guevara, convirtiéndose en heroínas de nuestro tiempo, son dos. En primer lugar, porque son mujeres, por tanto infinitamente más invisibles que los hombres, y, en segundo lugar y fundamentalmente, me gustaría responder planteando otra pregunta: ¿Por qué hay tanta gente, especialmente hombres occidentales, que les cuesta reconocer una verdad tan evidente como que, sencillamente, hay un mundo mejor que otro, tal y como plantea Ayaan Irsi Ali? ¿Es que acaso un mundo donde las mujeres, después de siglos de lucha, por fin han conseguido, al menos legalmente, los mismos derechos que los hombres, no es mejor que otro donde las mujeres siguen siendo, en el mejor de los casos, ciudadanas de segunda categoría.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 15 de diciembre de 2007