Los mercados de valores occidentales han sufrido el pasado jueves una fuerte convulsión ocasionada por la decisión de cinco bancos centrales de Europa y Norteamérica de actuar concertadamente para inyectar liquidez al sistema financiero.
Los inversores vieron en la magnitud de esa decisión una medida de la profundidad de la crisis de liquidez del sistema financiero y optaron por una prudente retirada, aunque al hacerla todos al mismo tiempo adquirió cierto tono de precipitación.
El Ibex 35 pierde en esta semana el 1,54% y se mantiene dentro del canal que define el movimiento lateral, pero en la sesión del pasado jueves cayó el 2,27% y quedó por debajo del límite inferior de ese canal, lo que hizo saltar algunas alarmas.
Los problemas de liquidez del sistema financiero son sólo uno de los quebraderos de cabeza de los inversores, y el que tiene una solución institucional más o menos sencilla. La inflación, con fuertes subidas en el último mes debido al encarecimiento del precio del petróleo, aparece ahora como un obstáculo en el camino de los esperados recortes de los tipos de interés. Los precios industriales crecieron en noviembre en Estados Unidos hasta el 3,2%, la mayor subida en 34 años, y el IPC alcanzó el 4,3%, ambos datos en tasa interanual, al tiempo que en la eurozona el IPC armonizado se situaba en el 3,1%.
Con esos datos en la mano, parece difícil que los bancos centrales opten por rebajar los tipos de interés, a menos que la temida recesión llegue a Estados Unidos y obligue a tomar decisiones drásticas que habrían de forzosamente ser secundadas en este lado del Atlántico.
Así las cosas, los inversores empiezan a preguntarse si no serán los primeros avisos de un final de ciclo, aunque a juzgar por los movimientos que se han visto en los mercados de valores, parece que esa opinión no es compartida por toda la colectividad.
Los indicadores económicos publicados a lo largo de la semana han apuntado en una sola dirección, la de un fuerte incremento de los precios a todos los niveles que, en buena parte, explicarían que la Reserva Federal decidiera recortar los tipos sólo en un cuarto de punto, decepcionando con ello a una buena parte del mercado.
En Estados Unidos, los precios a la importación ya dieron el primer aviso, al verse afectados por una subida del 9,8% en el precio del petróleo en el mes de noviembre. Luego fueron los precios industriales y después el IPC, al igual que ha sucedido en la UE.
En el mercado español, la situación volvió a la normalidad al recuperar el Ibex 35 el nivel de soporte de los 15.500 puntos, pero los analistas ven ahora más fácil que este índice busque un soporte más sólido en la zona de los 15.200 puntos, al menos en tanto se aclara el panorama.
La contratación en el Mercado Continuo se mantuvo en una media diaria de 5.316,93 millones de euros, de los que 4.323,39 millones procedieron del "mercado abierto".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 16 de diciembre de 2007