Jaime Maiz, el guardia civil que de un tiro en la frente acabó con la vida de su ex pareja cuando ésta iba a denunciarle en el cuartel de Cambados, donde el agente estaba destinado, ingresó ayer en la prisión de A Lama acusado de asesinato. Tras un largo interrogatorio, la titular del juzgado número 3 de Cambados que instruye casos de violencia de género decretó la prisión comunicada y sin fianza para el agente. Mientras el detenido prestaba declaración, era enterrada en Valga Mari Luz Pose, de 43 años, madre de 3 hijos, que se ha convertido en la séptima víctima de la violencia machista que se registra en Galicia este año.
El detenido, de 34 años, presentaba una tasa de alcohol en sangre de 0,86 miligramos por litro de aire aspirado, casi cuatro veces superior a la permitida para conducir, un estado de embriaguez que podría considerarse tanto un atenuante como un agravante por su condición de guardia. La Dirección General de la Policía le abrió un expediente que podría derivar en su expulsión del cuerpo si finalmente es condenado a más de tres años de prisión. El agente había estado de baja y sometido a tratamiento psiquiátrico tras separarse de la víctima, hace aproximadamente un año. Ambos se habían denunciado mutuamente por acoso y amenazas pero finalmente retiraron la acusación.
La mujer había decidido romper la relación y la noche del crimen se encontraron y discutieron en público. A las 6,30 de la madrugada, él, que había estado tomando copas, le salió al encuentro y trató de convencerla para que no le denunciara. Como no lo consiguió, le disparó un tiro en la frente en la puerta del cuartel.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 19 de diciembre de 2007