Un tren con un millar de viajeros descarrilló ayer en Pakistán. Murieron 40 personas y más de 120 resultaron heridas. El accidente ocurrió de madrugada, cuando 15 vagones de los 17 que componían el expreso de Karachi, que se dirigía a Lahore, descarrilaron en un área boscosa de la sureña provincia del Sindh. Aunque, en un primer momento, las autoridades señalaron como causa el exceso de velocidad -sin llegar a descartar la hipótesis del atentado-, más tarde achacaron el accidente al mal estado de las vías. En el tren viajaban muchos devotos que acudían a sus casas para celebrar el festival musulmán del sacrificio, el Eid.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 20 de diciembre de 2007