Tan sólo un día después de que el Gobierno aprobara por los pelos los Presupuestos Generales del Estado, Trabajo ha hecho una propuesta a los sindicatos que, de facto, supone una modificación de las cuentas anuales. Porque el ministerio que encabeza Jesús Caldera acordó ayer que el IPREM (el indicador que se utiliza, entre otras cosas, para fijar las prestaciones por desempleo) alcance el 1 de enero de 2008 los 516,9 euros.
Esta cantidad supone una subida anual del 3,5%, mientras que los Presupuestos aprobados limitaban el alza al 2%. La subida que finalmente se aplicará responde a la inflación media del año, y no a la previsión inicial que había hecho el Gobierno, del 2%.
El IPREM -o Indicador Público de Rentas de Efectos Múltiples- se utiliza para calcular prestaciones como el subsidio por desempleo o para fijar el baremo con el que se accede a ayudas como becas de estudios o pisos de protección oficial.
Así, la renta que cobran los parados ascenderá a partir del 1 de enero a 413,5 euros al mes, ya que ésta se calcula como el 80% del IPREM. Hasta ahora, el subsidio por desempleo era de 399 euros. Desde el comienzo de la legislatura, la subida total ha rozado el 20%. La actualización del IPREM afecta a casi un millón de personas que cobran distintas ayudas: desde rentas agrarias al subsidio por desempleo, de que se benefician más de 300.000.
Tras la reunión con el secretario general de Empleo, Antonio González, los representantes de UGT y CC OO mostraron su satisfacción por los resultados del encuentro. Entre éstos, se cuenta la confirmación de que el salario mínimo llegará el 1 de enero a los 600 euros en 14 pagas anuales.
Con esta medida, el Gobierno cumple la promesa del PSOE de alcanzar los 600 euros al final de la legislatura, que comenzó en 460 euros. El salario mínimo afecta a la nómina de más de 1,2 millones de trabajadores.
El alto cargo del ministerio calificó la subida del salario mínimo como "primer paso que dignifica los estándares sociales de España". El siguiente sería alcanzar a lo largo de la próxima legislatura los 800 euros, como anticipó el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, hace dos meses. Esta postura choca con la opinión del vicepresidente y ministro de Economía. "Son cifras redondas que suenan muy bien, pero luego hay que hacer números", había asegurado Pedro Solbes.
A pesar de la recepción positiva de los sindicatos, criticaron que el Gobierno no haya establecido para el salario mínimo y el IPREM cláusulas de revisión automáticas ligadas a la inflación, como ocurre con las pensiones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 22 de diciembre de 2007