High Tech Hoteles ha llevado a cabo una ampliación de capital social de 55 millones de euros, lo que le supone una valoración de la empresa posampliación de 181,879 millones de euros. Esta nueva inyección de fondos sirve para garantizar su plan de expansión con vistas al futuro, tras haber cancelado hace unas semanas su anunciada salida a Bolsa.
La inversión ha sido suscrita y desembolsada en su totalidad por los fondos de inversión Dinamia y Nmás1, que han aportado cada uno de ellos 15 millones de euros. Así como por cuatro nuevos fondos de inversión privados: Inversiones el Piles, Edificio Miño, General Oilex Company AB y Berquet, que han aportado los 25 millones de euros restantes.
La cadena ha incorporado a cuatro nuevos fondos de inversión: Inversiones el Piles, Edificio Miño, General Oilex Company AB y Berquet
Con la entrada de estos nuevos accionistas en el capital de High Tech Hoteles, asesorados en esta operación por Atlas Capital, la distribución accionarial de la compañía queda dividida entre Dinamia y Nmas1, con el 26 % del capital cada uno. El equipo directivo con otro 26,23%. El Piles con el 10%, Edificio Miño con el 6, 5%, Oilex con el 5% y Berquet con el 0,27%.
Gracias a esta ampliación de capital y la entrada de los nuevos accionistas, High Tech obtiene fondos suficientes para afrontar su segunda fase de expansión, y seguir en la línea de crecimiento continuo que hasta ahora ha llevado la cadena. Con lo que prevé duplicar el número de hoteles operativos, que en la actualidad son cuarenta establecimientos repartidos por varias ciudades españolas, sobre todo en Madrid, con 26 contratos.
Además, con esta operación, High Tech se sigue afianzando bajo una estructura de accionistas estable en su núcleo, que lo sustentará en su futura salida a bolsa en los próximos meses, cuando la coyuntura económica así lo aconseje. High Tech canceló a finales de octubre su salida a Bolsa. "La desfavorable coyuntura económica actual, dada la volatilidad de los mercados de valores internacionales", fue una de las razones esgrimidas por la compañía para paralizar sus planes. Además, accionistas tuvieron en cuenta las discrepancias de valoración de la empresa en los mercados. "Había una gran diferencia entre el precio nacional y el internacional, que hacía imposible a la vez lograr el precio deseado por el equipo y los accionistas, y una base de accionistas diversificada e internacional".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 23 de diciembre de 2007