Un punto no premió el esfuerzo y el juego de dos equipos que buscaron la victoria. Mucho más el Villarreal. Sorrentino y los palos -en tres ocasiones se estrelló el esférico en la portería del italiano- evitaron que el conjunto de Pellegrini alcanzará un triunfo que refrendara que aspira a grandes cosas. Por su excelente nómina de jugadores con vocación ofensiva. Por las formas expuestas. En el último tramo, el técnico chileno puso juntos a todos los que llevan el gol en la sangre. La igualada no desmereció a nadie. Sin embargo, al Villarreal le supo a poco. Y con motivos.
Cinco minutos de cortesía concedió el Villarreal al Recreativo. Los primeros. Para que se animara a salir de la cueva. Para que el encuentro no se convirtiese en un monólogo unidireccional. No hacía falta. El conjunto onubense no tiene actitud conservadora ni sus futbolistas maneras defensivas y atléticas. Y lo demuestra. Le gusta la pelota y así lo hizo saber. Duelo abierto.
VILLARREAL 1 - RECREATIVO 1
Villarreal: Diego López; Ángel, Cygan, Godin, Capdevila; Cazorla, Senna, Bruno (Matías Fernández, m. 64), Pirès (Tomasson, m. 79); Nihat y Guille Franco (Rossi, m. 64). No utilizados: Viera; Venta, Fuentes y Mavuba.
Recreativo: Sorrentino; Pampa Calvo, Iago Bouzón, Martín Cáceres, Poli; Camuñas (Varela, m. 78), Jesús Vázquez, Martins (Barber, m. 75), Marquitos (Javi Guerrero, m. 75) Aitor; y Sinama-Pongolle. No utilizados: Barbosa; Quique Álvarez, Gerard y Rosu.
Goles: 0-1. M. 37. Camuñas tras una jugada de Sinama-Pongolle. 1-1. M. 38. Nihat aprovecha un pase de Cazorla.
Árbitro: Ontanaya López. Amonestó a Cygan, Poli, Camuñas, Capdevila, Tomasson y Nihat.
Unos 14.000 espectadores en El Madrigal.
El Villarreal arrancó muy metido en faena. Aun así, no pudo evitar verse sorprendido por un rival apto y atrevido que se adelantó por mediación de Camuñas. Antes, Martins había avisado con un disparo lejano que Diego López atajó para no ser menos que Sorrentino. Nada pudo hacer éste después para evitar las tablas de Nihat.
El Recreativo entendió que al Villarreal no se le contiene. Se le debe cuestionar el triunfo. Si sólo se busca frenarle, se acaba pagando la variedad de recursos ofensivos que ofrece. El cuadro de Víctor Muñoz fue perdiendo de vista poco a poco la portería de Diego López. El Villarreal, cada vez con más atacantes, siguió acechando, pero no pudo con Sorrentino y la madera.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 24 de diciembre de 2007