Debe ser porque el Espanyol es el mejor equipo visitante (18 goles) y llevaba 12 partidos sin perder. O porque ya estamos en Navidad -desde que regresara a Primera el Atlético siempre ha perdido su último partido del año-. O quizás porque ya tocaba. En fin. El conjunto de Aguirre salió derrotado ayer del Calderón. Llevaba sin encajar un gol desde el pasado 25 de noviembre y anoche fue castigado por Tamudo y Luis García. La derrota de los rojiblancos llega en el peor momento. Justo cuando Aguirre empezaba a saborear los puestos de Champions (ahora su equipo marcha quinto). "Creo que los jugadores se lo empiezan a creer y empiezan a sentirse a gusto en el Calderón" había dicho la víspera el técnico.
Nada de eso se vio en el partido. "Veníamos muy mentalizados, con la idea de hacer nuestro juego: rápido y arriba", analizó Ernesto Valverde, técnico del Espanyol nada más pisar la sala de prensa. Y en efecto dio la sensación de que los suyos salieron enchufados desde los vestuarios. "La expulsión de Agüero ha cambiado el devenir del encuentro. Pero creo que dominamos desde el principo", recalcó.
La expulsión de Agüero
La tarjeta roja que el colegiado enseñó al delantero argentino pareció beneficiar más a los de Aguirre que a los de Valverde. Ambos lo reconocieron. "Tenemos que asentarnos un poco. Es lo que pido para 2008. Es una cuestión de ritmo y de instinto. No puede ser que hagamos un gran partido once contra once y luego nos vengamos abajo con ventaja numérica. Es que nos paramos y casi nos ponen en dificultad", analizó Valverde. Aguirre también lo vio claro. "Con diez contra once nos organizamos mejor", sentenció.
Calificó al partido de "muy extraño" y agradeció a sus jugadores el "enorme esfuerzo" hecho. "Once contra once se puede competir y jugar al fútbol. Once contra diez la cosa se complica pero parecía que podíamos organizarnos, salir a la contra y remontar. Incluso marcamos. Pero es que ya con nueve fue imposible", destacó el mexicano. "Aguantamos como pudimos. Pero se nos acabó la frescura y ellos nos pasaron encima", confesó.
Los rojiblancos están ahora a un punto de los puestos de Champions. Pero Aguirre volvió a repetir ayer que las evaluaciones se hacen al término de la Liga. Aunque reconociera que los rivales habían sido superiores afirmó que no podía hacer un análisis del partido sin tener en cuenta las dos expulsiones. "Hoy no podemos decir al margen de... Las rojas han sido la clave del partido. Falló el equilibio emocional".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 24 de diciembre de 2007