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El Gobierno promueve un Instituto vasco de la Seguridad Social sin contenido real

El Departamento de Justicia, Empleo y Seguridad Social tiene prácticamente cerrado el anteproyecto de ley de creación de una Seguridad Social propia, a pesar de no disponer de dicha competencia y de las escasas posibilidades que tiene de que se le transfiera. Su virtualidad sería poner en marcha un Instituto de la Seguridad Social vasco sin apenas contenido real y cuyo principal objetivo sería realizar estudios y promover el debate social sobre su viabilidad. Los presupuestos, que se aprobarán hoy, reservan una partida de 300.000 euros para crear la estructura básica del instituto y el Ejecutivo espera remitir el proyecto de ley al Parlamento a lo largo de 2008.

Euskadi es la única comunidad autónoma que no gestiona las políticas activas de empleo, ya que exige gestionarlas según el sistema de Concierto Económico, y además reclama las políticas pasivas (el cobro de las cuotas de los trabajadores y el pago del seguro de desempleo) y el régimen económico de la Seguridad Social. La Administración central se niega a esa pretensión alegando que un sistema de Cupo rompería la caja única de la Seguridad Social.

El viceconsejero de Trabajo y Seguridad Social, Juan José Loroño, confirmó ayer la información adelantada por la Cadena SER y defendió que el concepto de caja única "es meramente contable". Con la futura ley se trataría de crear un marco que pueda asumir una gestión centralizada del régimen económico de la Seguridad Social y de ir avanzando en un modelo de gestión "solidario y eficaz".

El problema del anteproyecto es que no puede modificar los aspectos legislados en el Congreso de los Diputados, como las cotizaciones o las pensiones. Sí podría avanzar, sin embargo, en el desarrollo de un sistema propio de previsión complementaria.

El punto de partida del anteproyecto es la afirmación, frente a lo que sostienen otros estudios, de que el sistema autonómico de Seguridad Social sería viable económicamente. "El peso de las pensiones sobre el PIB sería el 11%, en el peor de los supuestos. Ahora es del 8,5%. La economía vasca es capaz de soportarlo", asegura Loroño.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de diciembre de 2007