Isabela Castillo, junto al monumento de Ana Frank en Ámsterdam
Ana Frank canta y baila en español
Resulta difícil imaginar que la luminosidad y el ritmo asociados a los musicales encaje en una historia trágica como la de Ana Frank. "Esa es la licencia del género. Que no desentone el humor, la alegría o contar un chiste, porque los Frank y sus amigos escondidos se los contaban, incluso en ese entorno", afirma Alberto Vázquez.