Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
COLUMNA

Así que pase medio siglo

Madrid, 6 de enero de 2058. El alcalde de la capital, Abdullah al-Mamún Fernández, presidió ayer la Cabalgata Infantil de Mahoma, que hace 50 años, poco antes de la III Guerra Mundial, era llamada de los Reyes Magos. El acto, fulgurante, dejó alucinados a niños y mayores con un desfile de carrozas de Las mil y una noches. El regidor, con elegante chilaba carmesí, concluyó desde el minarete de la plaza Mayor con la consigna oficial en toda Europa: "¡No hay más Dios que Alá, y Mahoma es su profeta!". La multitud respondió dándose golpes de pecho mirando a La Meca. Luego, gran desfile de modelos en una pasarela gigante con hijabs, burkas, chadores, velos y artilugios para esconder el cuerpo de la mujer.

El imán de La Almudena, antes catedral, Abdesalán Yusuf Gutiérrez, ensalzó a los tres únicos magnos intelectuales de la historia de España: el cordobés Averroes, el granadino Abentofail y el jerezano Camarón de la Isla. Se distribuyeron cantidades monumentales de cuscús, dátiles y té (el jamón está prohibido bajo pena de cárcel). En la avenida de Abderramán, antes paseo de de Recoletos, espectáculo de Moros y Cristianos. Estos últimos quedaron humillados.

Siempre hay descontentos, ateos y librepensadores. En la Puerta de Toledo fueron ahorcados 12 individuos por despotricar contra el islam. En la Puerta de La Meca (antes Puerta de Alcalá), el primer ministro, Pedro Miramamolín Pérez, dijo: "Hermanos, antes iban todos por ahí. Ahora debemos ir todos por Alá".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 6 de enero de 2008